Guía completa sobre tanatopraxia y tanatoestética: definiciones, beneficios y profesión
¿Qué es la tanatopraxia y tanatoestética? Hoy en Roques Blanques te enseñamos a diferenciar entre estas prácticas funerarias y te contamos cuáles son sus beneficios para las familias cuando fallece un ser querido.
¿Qué es la tanatopraxia?
La tanatopraxia es una práctica especializada que emplea diferentes métodos para limpiar, higienizar, conservar, restaurar, cuidar estéticamente y embalsamar a una persona fallecida, con el objetivo de mejorar su aspecto visible pero también su estado.
Las prácticas que se llevan a cabo con esta técnica tienen la finalidad de limpiar y conservar el cuerpo de la persona fallecida para que sus seres queridos puedan darle la despedida que desean, incluso aunque hayan transcurrido unos días desde el fallecimiento.
Lo que se pretende con la tanatopraxia es que la persona fallecida pueda ser despedida de manera segura y estéticamente natural y agradable, por lo que se llevan a cabo los procesos necesarios para lograr este objetivo.
¿Qué es la tanatoestética?
Continuamos definiendo qué es tanatoestética. Se trata del conjunto de prácticas funerarias que se encaminan a mejorar el aspecto de una persona fallecida, con el fin de que pueda ser expuesta a familiares y amigos durante el velatorio.
Para ello, se aplican técnicas de maquillaje y cuidado estético. El objetivo es la restauración del cuerpo de la persona fallecida para que tenga una apariencia natural y digna.
Este procedimiento puede ser muy laborioso, dependiendo de las circunstancias en las que se haya producido el fallecimiento. En ocasiones, no sólo se trata de corregir la palidez o el color de la persona fallecida sino también de disimular signos de violencia o daños derivados de una muerte trágica, como una enfermedad, un accidente de tráfico o un incendio.
Tanatopraxia vs. tanatoestética: diferencias y técnicas específicas
¿Cuál es la diferencia entre tanatopraxia y tanatoestética? Como hemos dicho, ambas técnicas van encaminadas a presentar a la persona fallecida de manera que pueda ser despedida por sus familiares, amigos y allegados de una forma digna.
No obstante, entre ambos procedimientos hay una diferencia clave: la tanatoestética es una parte de la tanatopraxia, que es un procedimiento más global.
La tanatoestética se centra en la apariencia de la persona fallecida (vestir, peinar y maquillar), mientras que la tanatopraxia va más allá e incluye procedimientos como:
-
La desinfección, higienización y limpieza de la persona fallecida.
-
La extracción de tejidos y otros elementos como prótesis o marcapasos.
-
La conservación y el embalsamamiento de la persona fallecida.
-
La restauración y reconstrucción en casos de muerte trágica.
-
El maquillaje y el vestido de la persona fallecida.
Tanatopraxia y tanatoestética son procesos que pueden durar varias horas, en función de las circunstancias en las que se encuentre la persona fallecida. El objetivo de los profesionales que realizan estas tareas es, por tanto, lograr la mejor apariencia final en el menor tiempo posible, pues los familiares necesitan disponer de su ser querido para darle la despedida deseada.
Beneficios emocionales de la tanatopraxia y tanatoestética para las familias
Los servicios de tanatopraxia y tanatoestética que ofrecen las compañías funerarias a las familias no sólo tienen un componente estético. Estas prácticas ofrecen numerosos beneficios desde el punto de vista emocional:
-
Con estos procedimientos, el cuerpo de la persona fallecida retrasa su descomposición, lo que permite que aguante más tiempo para poder realizar una despedida de manera segura. Del mismo modo, hace posible que los familiares que tienen que desplazarse -sobre todo si viven lejos- puedan hacerlo y sumarse al velatorio y a la ceremonia de despedida de su ser querido.
-
Las técnicas utilizadas permiten que la persona fallecida tenga una apariencia y un color más natural, lo que permite a sus familiares tener un mejor recuerdo de su ser querido.
-
Esa apariencia natural, que en muchos casos sirve para disimular las consecuencias de una enfermedad o de una muerte trágica, hace que el último recuerdo sea más agradable, lo que ofrece a las familias consuelo y les reconforta en una situación que puede resultar especialmente dolorosa.
Por tanto, tanatopraxia y tanatoestética no son procedimientos que meramente se centren en el aspecto físico sino que tienen como finalidad última ayudar a los familiares en su proceso de duelo.
Además, se trata de prácticas estandarizadas, que cumplen con una normativa internacional, lo que hace posible un posible traslado de la persona fallecida si fuera necesario en condiciones sanitarias de seguridad, evitando, por ejemplo, el posible contagio de enfermedades.
Explorando la profesión de tanatopraxia y tanatoestética: ¿cuánto puede ganar un profesional?
Los profesionales de tanatopraxia y tanatoestética son especialistas que deben reunir una serie de conocimientos específicos sobre el tratamiento de las personas fallecidas.
Como hemos visto, aunque no son profesiones agradables, sí son muy necesarias para las familias cuando fallece un ser querido. Por eso, en tanatopraxia y tanatoestética el sueldo es muy competitivo, pues son perfiles profesionales que requieren de alta cualificación y que tienen una elevada demanda en el mercado laboral.
En la tanatopraxia es necesario conocer técnicas de higienización, conservación, embalsamamiento o restauración; y en la tanatoestética hay que aprender técnicas de maquillaje y cuidado estético de personas fallecidas.
Quienes se deciden a desarrollar su carrera profesional en este ámbito saben que, con las capacidades adecuadas, pueden acceder a salarios que están por encima de la media. En nuestro país, los especialistas en cualquiera de estas dos ramas pueden llegar a cobrar unos 2.000 euros al mes, de ahí que cada vez más personas se interesen por las formaciones profesionales de tanatopraxia y tanatoestética.
Más allá del sueldo, quienes se dedican a tanatopraxia y tanatoestética tienen una responsabilidad que va más allá de cuestiones estéticas, ya que su labor es fundamental para aliviar el dolor de las familias cuando pierden a sus seres queridos.